Casi a mitad de noviembre es que continuo con inktober (me quedé justo a la mitad), por desidia, por no tener mucha motivación, por tener mucho trabajo, excusas sobran, pero al final pese a lo externo, lo interno necesita estar en paz y para mí lo es dibujar.
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Robbie no sabía porqué lo habían ayudado. Aquel árbol que parecía ser habitado por miles de criaturas resulto sólo ser uno de los legendarios Cuervos Gigantes, este era sólo un nombre que se les daba por la forma y color que tenían, pero en realidad eran seres imaginarios ancestrales.
En los primeros sueños de los humanos estos misteriosos seres aparecieron en ellos, guiando y protegiendo a todos aquellos nuevos a ese mundo. Capaces de tomar miles de formas preferían presentarse como aves gigantes, a veces un poco más parecidos a águilas, otras a cuervos, incluso unos llegaban a parecer dragones o pterodáctilos, señal de su antigüedad.
Este en particular había decidido proteger y llevar a Robbie a un lugar seguro. Sin saber exactamente dónde lo habían dejado, Robbie intentó comunicarse con el Gran Cuervo, pero este simplemente se despidió de él.
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